Cuando la gente habla del “duende de la imprenta” seguramente hace referencia (incluso quizás sin saberlo) a Titivilo, el demonio de las erratas. Se trata de un verdadero ente demoníaco que vigila la pronunciación, esparce erratas por los textos de los autores y, por supuesto, estropea el trabajo de los correctores.
Titivilo, o Titivillus, fue mencionado en 1285 en el Tratado de penitencia, del fraile Juan de Gales, quien lo describe como una entidad maligna que toma nota “de todo lo mal hecho en la liturgia” —por ejemplo equivocaciones al pronunciar una oración o entonar un himno sagrado— para incorporarlo a una suerte de expediente por el que el acusado tendrá que rendir cuentas el día del juicio final. Era, además, el demonio al que los copistas echaban la culpa de sus erratas. Solía representársele con un saco en el que se suponía que guardaba todas las erratas que encontraba.
Hoy lo ha recuperado la RAE en su página web, que fue remozada recientemente como parte de una campaña titulada “Una imagen que lleva a más de mil palabras”, y que apunta hacia “una interfaz más amable y visual para el usuario y pone la imagen al servicio de la palabra”. Incorpora ahora un portal lingüístico con un buscador de dudas rápidas, un observatorio de palabras y, a lo que venimos, una selección de juegos y retos para poner a prueba los conocimientos idiomáticos del usuario.
En realidad son experiencias sencillas, que aprovechan el aspecto lúdico para fomentar el interés por el lenguaje. No son retos para especialistas ni mucho menos. Está, por ejemplo, el juego de corrección ortográfica, que propone varios textos de grandes autores de nuestra lengua (Cervantes, Juan Ramón Jiménez, García Márquez, Rubén Darío, entre otros) en los que Titivilo ha esparcido errores que el usuario debe detectar antes de que se consuma el tiempo establecido para cada uno.
El juego del dequeísmo, el de Góngora o Yoda, el de la terminación “-cción” o “-ción” y el de las palabras esdrújulas completan hasta ahora esta sección de entretenimiento de la nueva web de la RAE.